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La armadura de Dios y la intercesión

Protección espiritual para el guerrero de oración
4 de marzo de 2025 por
La armadura de Dios y la intercesión
CRECER EN CONOCIMIENTO, Jenifer Losa Losada

La intercesión es una batalla espiritual. Enfrentamos resistencias, ataques y distracciones que buscan impedirnos clamar a Dios en favor de otros. La Biblia nos instruye en Efesios 6:10-18 sobre la necesidad de vestirnos con la armadura de Dios para estar firmes contra las asechanzas del enemigo. En este artículo, exploraremos cada pieza de la armadura en relación con el ministerio de intercesión.

1. El Cinturón de la Verdad

El intercesor debe estar ceñido con la verdad de la Palabra de Dios (Juan 17:17). Sin la verdad, nuestras oraciones pueden estar basadas en emociones o en razonamientos humanos. La verdad nos mantiene enfocados en los principios divinos y nos ayuda a discernir la voluntad de Dios al interceder.

2. La Coraza de Justicia

La justicia en Cristo nos protege del ataque del enemigo. Como intercesores, necesitamos un corazón recto y una vida en santidad para que nuestras oraciones sean eficaces (Santiago 5:16). La injusticia y el pecado sin confesar debilitan nuestras intercesiones.

3. El Calzado del Evangelio de la Paz

El intercesor debe estar preparado para anunciar el mensaje de salvación y traer reconciliación entre Dios y los hombres. La oración de intercesión no solo cubre necesidades, sino que también es un medio para que el evangelio avance (Isaías 52:7).

4. El Escudo de la Fe

Los ataques del enemigo vendrán en forma de dudas, temor y desánimo, pero el escudo de la fe nos permite resistirlos (Hebreos 11:6). La fe en las promesas de Dios nos ayuda a perseverar en la intercesión, aun cuando no vemos resultados inmediatos.

5. El Yelmo de la Salvación

La seguridad de la salvación nos protege de los engaños del enemigo. Como intercesores, debemos cuidar nuestra mente, rechazando pensamientos de condenación y desconfianza en Dios (Romanos 12:2). Nuestra oración es más efectiva cuando estamos firmes en nuestra identidad en Cristo.

6. La Espada del Espíritu

La Palabra de Dios es nuestra arma ofensiva. Un intercesor debe usar la Escritura en sus oraciones, declarando las promesas y los decretos divinos (Hebreos 4:12). La oración basada en la Palabra tiene poder para derribar fortalezas espirituales.

7. La Oración en el Espíritu

Efesios 6:18 cierra esta sección con una exhortación a orar en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu. La armadura de Dios se activa a través de la oración constante y ferviente. La intercesión debe ser guiada por el Espíritu Santo, quien nos revela cómo y por quién orar (Romanos 8:26-27).

Conclusión

La intercesión no es una actividad pasiva, sino una guerra espiritual que requiere estar completamente equipados con la armadura de Dios. Cada pieza tiene un propósito esencial en la vida del intercesor, brindando protección, dirección y poder en la batalla. Como guerreros de oración, debemos vestirnos cada día con esta armadura y mantenernos firmes en la brecha por nuestras familias, iglesias y naciones.

¿Estás listo para tomar tu posición en la intercesión?

La armadura de Dios y la intercesión
CRECER EN CONOCIMIENTO, Jenifer Losa Losada 4 de marzo de 2025
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