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¿Cómo reconocer el cimiento de nuestra vida?

1 de noviembre de 2023 por
¿Cómo reconocer el cimiento de nuestra vida?
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León

Hace unas semanas publiqué mi cuarto libro titulado: Los dos cimientos. En él enseño los principios bíblicos que enseña Jesús en el sermón del monte; las bienaventuranzas, la cual sienta las bases para el cristianismo y nos enseña el modelo para nuestra nueva vida en Cristo. Hoy quiero contarte un poco sobre ese mensaje. ¡Vamos allá!

Es muy llamativo que Jesús enseñe que sin importar el tipo de vida que edifiquemos, ni el cimiento sobre el que la fundamentemos, las pruebas que pasaremos serán exactamente las mismas. Es decir, edificar prudentemente, y aplicar los principios de la enseñanza de Jesús, no nos librará de las pruebas o adversidades. Ahora bien, ¿Cuáles son las pruebas? Jesús las compara de forma generalizada con tres fenómenos de la naturaleza: Lluvia, ríos y vientos.

Este tipo de pruebas o adversidades se refieren sobre todo al ámbito natural como la enfermedad, la muerte, la escasez financiera, las situaciones difíciles a nivel emocional, etc. Sin anular nuestra fe en un Dios que sana, prospera y da vida, debemos ser conscientes de que el fundamento de la enseñanza bíblica y la obra de Jesús no consiste en la prosperidad o la sanidad divina, sino que el fundamento principal es que Jesús murió por nuestros pecados, para que podamos reconciliarnos con Dios y experimentar la vida eterna. Todo lo demás son beneficios “extra”, pero no deben ser el fundamento de nuestra vida.

Esto es importante porque nos permite establecer las expectativas correctas, y nos evitará decepciones que nos puedan mover del fundamento eterno. Más adelante Jesús detallaría con más profundidad las pruebas que ha de superar el fundamento de nuestra fe. Veámoslo a continuación:

Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace in- fructuosa. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

MATEO 13:18-23

Las pruebas de nuestra fe pueden venir a nuestras vidas en forma de aflicción o persecución por causa de la palabra. Es decir, la primera prueba vendrá a testar el fundamento de aquello en que hemos creído. Previamente a ello, si no hemos entendido el mensaje del evangelio que comienza por el arrepentimiento genuino, cuando nuestros intereses y vida de pecado, choquen con la voluntad de Dios para nuestras vidas, fácilmente volveremos atrás en nuestra decisión de seguir a Jesús.

Ahora bien, si realmente entendimos que vivir para Cristo implica morir al viejo hombre, apartarse del pecado, negarse a sí mismo y tomar la cruz a diario, ahí es cuando vendrá la segunda prueba, la prueba de nuestra fe. ¿Estaremos dispuestos a experimentar aflicción natural para recibir recompensa eterna? ¿Estaremos dispuestos a sufrir persecución por causa de nuestra fe?

Hasta aquí, este fugaz vistazo a mi nuevo libro, con el que espero haberte animado a cambiar de actitud a la hora de edificar tu nueva vida en Cristo. Si fue así, espero que compartas este mensaje con todos tus contactos. ¡Juntos edificaremos más y mejor!

¿Cómo reconocer el cimiento de nuestra vida?
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León 1 de noviembre de 2023
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