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Restaurando el corazón Pt3

1 de septiembre de 2021 por
Restaurando el corazón Pt3
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León

En medio de esta crisis sanitaria y económica, quiero animarte a leer un mensaje en el que te enseño a activar el poder de la perseverancia en medio de la aflicción. Espero que te guste, pero sobre todo, que te ayude a permanecer firme en medio de esta crisis

La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. (Lucas 8:14-15)

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. (Mateo 24:13)

La iglesia se puede dividir en dos grupos: Quienes no dan fruto y quienes sí lo dan. Ambos grupos oyen la palabra, pero los que no dan fruto no la practican, se ahogan en sus afanes y/o viven según sus placeres.Quienes dan fruto, sin embargo, son aquellos que disponen su corazón para practicar la palabra, y, además, cuentan con un rasgo de carácter determinante: Perseverancia.

  • En Lucas, cuando Jesús habla de “perseverancia”, usa el término hupomoné (5281 strong), que tiene las connotaciones de paciencia, tolerancia, perseverando, un remanente, una paciencia duradera.
  • En Mateo, cuando Jesús habla de “el que persevere”, usa el término hupomenó (5278 strong), que tiene las connotaciones de perseverare, sufrió, sufrís, quedarse detrás de, a la espera, soportar.
  • Por último, cuando Jesús dice que “será salvo”, usa el término sózó (4982 strong), que implica un cuidado o protección divinos, que guarda al creyente del peligro, a demás, le rescata del poder del pecado.

Jesús nos prepara como creyentes, y nos anuncia que tendremos que desarrollar la capacidad de soportar, de tolerar, de permanecer, de estar a la espera, de quedarnos detrás de, o escondernos detrás de, sus enseñanzas, y de soportar. En otra ocasión lo dijo aún más claro cuando dijo:

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)

Jesús nos anuncia en Mateo 24, y en Juan 16, que en los últimos tiempos, o los postreros días, necesitaríamos desarrollar nuestra confianza, fundamentada en nuestra fe, por medio de la perseverancia, para dar el fruto que nos permita apropiarnos de la victoria de Jesús.

¿Cuál es el fruto que debemos manifestar en este momento de la historia? Debemos tener paz, la paz que produce el Espíritu Santo en nosotros.

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (Gálatas 5:22-23)

La paz del Espíritu es un fruto que desarrollamos por la perseverancia. Los frutos no vienen por casualidad, sino que son el resultado de un proceso de cuidado y trabajo. Cuando hablamos de la vida del creyente, el éxito es el resultado de cuidar nuestra relación con Dios y nuestro medio ambiente, o sea, nuestro hogar y familia, y de trabajar para madurar nuestro carácter.

Nuestro carácter es la primera tierra que debemos trabajar, labrar y cuidar, para conseguir una transformación verdadera. Una persona que tiene fruto en su carácter y vida personal, emocional, mental y espiritual, está preparada para afectar positivamente su ambiente, su entorno, y el mundo.

La perseverancia es un rasgo del carácter de la persona, pero es algo que debemos trabajar y desarrollar.

Hasta aquí la primera parte de este mensaje, si te ha gustado este post, dale «Me gusta» y compártelo. Eso será de mucha ayuda para mí. Gracias.

Restaurando el corazón Pt3
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León 1 de septiembre de 2021
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