Para toda la humanidad, pero sobre todo para los cristianos, Jesús es nuestro modelo a seguir. Y el mayor ejemplo que nos dejó fue el de su vida de servicio.
Veamos, pues, lo que enseña la Biblia sobre el liderazgo de Jesús:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre. Filipenses 2:5-9
Si queremos ser líderes eficaces como Jesús, debemos tener el mismo sentir que hubo en él, y tomar primero forma de siervos. Esto nos revela un principio sobre el liderazgo cristiano de reino: En el reino de Dios, el camino para ascender, implica primero descender.
Por eso Jesús descendió del cielo a la tierra, después, estando en la tierra, se hizo siervo de la humanidad, pero además, siendo ya siervo nuestro, entregó su vida por nosotros en un acto de servicio sin precedentes.
Pero Dios no terminó con Jesús allí, porque al morir, Jesús descendió hasta lo sumo. Sin embargo, ese camino de servicio en continuo descenso, humillándose a sí mismo, y muriendo a su voluntad, fue lo que hizo que Dios lo exaltara hasta lo sumo.
Jesús tenía un carácter firme, establecido y perfecto, y eso fue lo que lo mantuvo enfocado en una vida de servicio a los demás. Así mismo, cuanto más avanzamos en la vida, más debemos aumentar nuestro nivel de servicio.
No seamos como satanás, que quiso subir y ser igual a Dios porque no quería servir y humillarse, y por causa de su orgullo y de querer ascender a la posición de Dios, este lo humilló, lo expulsó de su presencia, y lo hizo descender a lo más profundo, por lo que le espera el abismo eterno.
Los apóstoles fueron tentados a dejarse llevar por esta misma actitud. Y todos nosotros corremos el mismo peligro:
Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor. Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve. Lucas 22:24-27
Recuerda: Nuestra posición en el reino aumenta conforme aumentamos nuestro servicio. Por eso dijo Jesús:
El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Mateo 23:11
Seamos líderes como Jesús. ¡Seamos siervos!