Terminamos la serie sobre evangelismo efectivo, en la que hemos compartido dos artículos acerca de lo que es evangelizar y qué tipo de mensaje debemos llevar cuando lo hagamos. Ahora quiero compartiros algunos detalles prácticos sobre lo que Dios puede hacer cuando demostramos su poder y su gobierno a través del evangelismo.
En una ocasión estaba yo en el metro de mi ciudad, Madrid, camino a mi trabajo, cuando de repente vi una mujer en el vagón, y Dios comenzó a hablarme acerca de ella y de su vida, para que yo me acercase a ella y le demostrara que Él la conocía. Esto es lo que la biblia describe como el don de palabra de ciencia, es decir, saber algo sin haberlo aprendido o escuchado, sino por revelación a través del Espíritu Santo.
«Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;» 1 Corintios 12:8
En ese momento sucedió algo dentro de mí que nos sucede a todos cuando Dios nos habla de forma tan directa acerca de otra persona, una lucha entre mi mente y mi espíritu, pues no quería quedar avergonzada si me acercaba a ella a decirle lo que estaba escuchando de Dios, y resultaba ser que no era cierto. Pero entonces decidí aplicar la osadía que Dios nos da para predicar su palabra, y me acerqué a ella para decirle todo lo que Dios me hablaba acerca de su vida. Eran palabras fuertes, pues ella estaba ejerciendo la prostitución para ganarse la vida, y decirle eso a una desconocida no es fácil, pero lo hice, y le dije que si yo lo sabía era porque Dios me lo había hecho saber para acercarse a ella y mostrarle su amor.
El caso es que esta manifestación del poder de Dios rompió toda posible barrera para que ella reconociera que Dios es real y está vivo en el ahora, y en ese momento recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador. ¿Ven cómo el evangelio de reino necesita ser demostrado con manifestaciones del poder de Dios? Sin éste, yo nunca hubiese podido ser efectiva a la hora de compartirle la palabra a esta mujer.
Para terminar quiero recordaros que el evangelismo es una lucha directa entre el reino de Dios y el reino de las tinieblas, cuyo premio son las almas rescatadas de las manos de satanás, por eso tenemos que tener en cuenta que necesitaremos las armas que Dios pone a nuestra disposición para hacerlo de forma efectiva, a través de su poder y los dones del Espíritu, superando primeramente la batalla interna que se generará siempre entre nuestra razón y nuestra fe, y siendo valientes y osados, creyéndole a Dios, para revelarle a las personas ese Dios tan bueno, poderoso y real que tenemos.
«Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.» Daniel 11:32