Mucho se habla del evangelismo, cómo hacerlo, cómo ser efectivos al hacerlo, etc. Pero muchas veces se pierde la esencia del evangelismo, porque se pierde la esencia del mensaje que debemos compartir. Hoy quiero enseñaros un poco sobre esto.
¿El miedo a hablar es normal?
¡Claro! hay miedo, o te crees que esa palabra que Dios ha puesto en tu corazón viene de tu mente, no te crees capaz de ser usado/ por Dios, recuerdas aquello incorrecto que hiciste y piensas que cuando hables vendrá juicio de Dios…¡y mil cosas más!.
Hay mucha oposición del diablo, te trae pensamientos, dudas, recuerdos inapropiados, vergüenza…hasta dolores inesperados o inusuales, pero todo eso se supera cuando sabes que vas de parte de Dios, y cuando tienes claro que el evangelismo es el corazón de Dios, que las personas son aquello que más ama, y que estás siendo obediente al mandato de Jesús para su iglesia.
Para evangelizar con poder y autoridad, con demostración y fruto, necesitas estar continuamente lleno de Dios.
JENIFER LOSA
Si piensas que eres demasiado pecador como para ser usado por Dios, o si entiendes que el evangelismo es necesario pero no eres capaz de superar tus miedos, las opciones son dos: O quedas en ridículo, o nunca haces nada.
¿Cómo enfrentamos en el rechazo en la calle?
Yo ya lo veo normal. Nos han querido hasta pegar, se ríen de nosotros, etc. Casi nadie se quiere para a escuchar, pero tienes que correr ese riesgo de que te rechacen, porque incluso a Jesús lo rechazaron.
Si permites que el rechazo te afecte demasiado, es porque estás demasiado centrado en ti mismo, y te duele demasiado que no te reciban. Pero debes saber que tú sólo eres el mensajero, y que cuando te rechazan a ti en la calle, en realidad están rechazando a Jesús y su mensaje.
Eso fue lo que le pasó a Samuel cuando el pueblo le pidió Rey. Él se enfureció porque se sentía rechazado, pero Dios le reveló que no lo rechazaban a él sino a Dios mismo, y esto es lo mismo que pasa cuando evangelizamos y nos rechazan.
Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.
1ª Samuel 8:7
¿Quieres saber más sobre evangelismo? No te pierdas mis próximas publicaciones. Gracias por compartir esta entrada con todos tus contactos. Bendiciones.