La oración es el medio que Dios ha establecido para que Su pueblo tenga comunión con Él. A lo largo de la Biblia, encontramos diferentes niveles de oración, cada uno con una profundidad y propósito específicos. Para aquellos llamados al ministerio de la intercesión, comprender estos niveles es crucial, pues nos ayudan a crecer en nuestra vida de oración y a ser más efectivos en nuestra labor espiritual.
1. Oración de Petición
Este es el nivel más básico de la oración y consiste en presentar nuestras necesidades delante de Dios. Es una oración individual, en la que pedimos a Dios Su intervención en diferentes áreas de nuestra vida. La Biblia nos anima a pedir con fe y confianza:
"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá." (Mateo 7:7)
Aunque este nivel de oración es fundamental, el intercesor está llamado a ir más allá, no solo orando por sí mismo, sino también por otros.
2. Oración de Intercesión
La intercesión es la oración hecha en favor de otros, poniéndonos en la brecha por aquellos que necesitan la intervención de Dios. Es un acto de amor y sacrificio, donde el intercesor carga con las necesidades de otros delante del trono de Dios.
Un ejemplo poderoso de intercesión lo vemos en Moisés cuando oró por Israel:
"Y volví a postrarme delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo." (Deuteronomio 9:18)
El intercesor es alguien que clama con pasión y persistencia, sin desistir hasta ver la manifestación de Dios.
3. Oración de Guerra Espiritual
En este nivel, la oración no solo es una petición o intercesión, sino una confrontación directa contra las obras del enemigo. La Biblia nos enseña que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra fuerzas espirituales de maldad:
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes." (Efesios 6:12)
Los intercesores que entran en este nivel de oración deben estar equipados con la armadura de Dios (Efesios 6:13-18) y actuar con discernimiento y autoridad espiritual.
4. Oración de Clamor
El clamor es una oración intensa y desesperada que surge de lo más profundo del corazón. Se distingue por su urgencia y por la profunda dependencia en Dios. En la Biblia, vemos a muchos hombres y mujeres clamando a Dios en tiempos de crisis:
"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces." (Jeremías 33:3)
Los intercesores que practican la oración de clamor experimentan un mover poderoso de Dios en sus vidas y en la vida de aquellos por quienes oran.
5. Oración en el Espíritu
Este nivel de oración trasciende las palabras humanas. Es la oración guiada por el Espíritu Santo, donde el creyente intercede con gemidos indecibles y lenguas espirituales:
"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles." (Romanos 8:26)
Es un nivel de oración donde el intercesor se somete completamente a la guía del Espíritu, permitiendo que Dios ore a través de él conforme a Su perfecta voluntad.
Conclusión
La oración es una herramienta poderosa que Dios ha dado a Su iglesia, y los intercesores tienen el llamado especial de ejercerla con autoridad y perseverancia. Cada nivel de oración nos permite acercarnos más a Dios y ser más efectivos en el ministerio de intercesión. Como cuerpo de Cristo, debemos aprender a movernos en estos niveles para ver un mayor impacto en nuestras vidas y en el mundo espiritual.
Si deseas crecer en tu vida de oración, te animo a que busques más de Dios, estudies Su Palabra y permitas que el Espíritu Santo te guíe en cada oración que eleves. La intercesión no es solo un deber, sino un privilegio que nos permite ser colaboradores con Dios en la expansión de Su Reino.