𝒬𝓊𝑒 𝓉𝓊 𝒻𝑒𝓁𝒾𝒸𝒾𝒹𝒶𝒹 𝓃𝑜 𝓈𝑒𝒶 𝓊𝓃 𝑜𝒷𝒿𝑒𝓉𝒾𝓋𝑜 𝒶 𝓅𝑒𝓇𝓈𝑒𝑔𝓊𝒾𝓇, 𝓈𝒾𝓃𝑜 𝑒𝓁 𝓇𝑒𝓈𝓊𝓁𝓉𝒶𝒹𝑜 𝒹𝑒 𝓋𝒾𝓋𝒾𝓇 𝓅𝓁𝑒𝓃𝒶𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒.
He titulado esta serie felicidad o plenitud, pues entiendo que es importante reconocerlas y comprender el papel que juega cada una de ellas para experimentar una vida de propósito y éxito. Por tanto, vamos a comenzar definiéndolas.
Definiendo los conceptos
¿Qué es la felicidad?
La felicidad es una emoción que se produce en una persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Es decir, la felicidad suele estar asociada a algo que recibimos, que adquirimos, o que alcanzamos después de haberlo perseguido.
Otro aspecto importante dentro de su propia definición, es que la felicidad es un estado de ánimo producido por lo que se consigue.
¿Qué es la plenitud?
La plenitud la podemos entender como la ausencia de necesidades básicas. Es decir, estar pleno es estar completo y satisfecho. Pero entonces conviene que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las necesidades más básicas de toda persona?
- Ser y sentirse amado
- Ser y sentirse aceptado
- Ser y sentirse respetado
- Estar y sentirse seguro
Cuando esas necesidades están suplidas en su totalidad, es cuando podemos decir que somos plenos o que hemos hallado la plenitud.
Diferencias entre ellas
Entonces ¿cuál es la diferencia entre felicidad y plenitud? Básicamente lo que diferencia a la una de la otra es que la felicidad es algo que depende de lo que podamos encontrar fuera, y que puede ser perseguida por cualquier medio que creamos conveniente, para que produzca en nosotros el estado de ánimo deseado. Sin embargo, la plenitud está fundamentada, y fluye, de nuestro interior y depende de que nos conectemos con la fuente correcta, es decir, no cualquier medio puede ofrecernos plenitud.
La gente busca la felicidad usando los medios que cree convenientes, pero hallar la plenitud depende de que nos conectemos a la fuente correcta.
Juan Camilo Vélez
¿Cuál es la fuente de cada una?
La fuente de la felicidad
Bueno, este tema puede ser muy relativo, porque lo que le produce felicidad a una persona, puede no producírsela a otra. Por ejemplo, hay quienes son felices cuando reconocen su belleza, otras personas son felices cuando ganan mucho dinero, o cuando son reconocidas o famosas por redes sociales, pero cuando la belleza desaparezca ¿dejarán de ser felices los primeros? O cuando los otros ganen menos dinero o desaparezca la fama ¿se convertirán en unos infelices?
¿Qué es lo que quiero decir? Que el fundamento para ser realmente felices debe ser algo más que una situación, una posición o una posesión, porque todo eso puede cambiar o perderse, y cuando lo haga, con ello desaparecerá su felicidad también, y tendrá que ir detrás de otra cosa nueva para ser feliz.
Si su felicidad depende de algo que consiga, cuando eso desaparezca o cambie, usted tendrá que ir en busca de otra cosa más si no quiere convertirse en alguien infeliz.
Juan Camilo Vélez
La fuente de la plenitud
La plenitud sólo puede ser hallada cuando nuestras necesidades son suplidas, pero para ello es necesario reconocer cuáles son nuestras necesidades, y dejar de ir toda la vida detrás de nuestros propios deseos.
En otras palabras, la fuente de la plenitud se encuentra en nuestro origen, porque es allí donde fuimos diseñados, y desde donde nos conectamos con nuestro propósito. Es en nuestro origen donde encontramos respuesta a las preguntas más básicas que dan sentido a nuestra vida, y cuando esto sucede, seremos felices con más o con menos, pero todo lo demás será un regalo, no un objetivo a perseguir, ni una obsesión.
Quienes persiguen la felicidad, viven yendo detrás de sus deseos; quienes viven plenamente, sacian sus necesidades yendo continuamente a la fuente que las suple.
Juan Camilo Vélez
En la segunda parte de este post, quiero dirigirnos a los lectores, y hacerles algunas preguntas, porque quizás se sienten identificados con este tema, y terminar esta serie con una excelente noticia que los conecte con su origen y fuente de propósito. Así que atentos y no se lo pierdan.