En el post anterior hablé sobre el hecho tan común en todo ser humano de tener la intención de hacer algo, y la repetitiva conducta que nos impide terminarlo.
Esto es debido a que la intención de hacer algo no es suficiente, ya que todo lo que queramos alcanzar en cualquier área de nuestras vidas requiere un mínimo de COMPROMISO.
Así que, teniendo claro que la intención es algo común e intrínseco a todos los seres humanos, es necesario destacar también que el compromiso NO lo es.
El compromiso es la decisión firme de hacer aquello que nos hemos propuesto a hacer, basado en una convicción estable y permanente en el tiempo, hasta el momento en que lo hayamos conseguido.
El compromiso es la base una relación exitosa, un negocio exitoso…¡una vida exitosa!
Nadie que se pueda definir como una persona exitosa en la vida habrá llegado a ese status sin haberse comprometido con su causa, ya sea esta el trabajo, los negocios, la familia, un ministerio, etc.
No es suficiente la intención porque ésta no nos lleva a conseguir nada en la vida.
La intención es la mecha que enciende el fuego, pero el compromiso es el oxígeno que lo mantiene encendido.
Con esta breve reflexión os dejo y os animo a seguir conectados a este blog en el que voy a desarrollar consejos para desarrollar un crecimiento integral en todas las áreas de nuestras vidas.
¡Un saludo!