Ir al contenido

Límites vs. limitaciones

1 de agosto de 2020 por
Límites vs. limitaciones
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León

Es fácil confundir ambos conceptos, pero en su diferenciación y uso correcto, radica el éxito personal y social. Por tanto, considero crucial el hecho de definir ambos y remarcar sus potencialidades para beneficiarnos de éstas, y evitar las consecuencias de no llevarlas a cabo.

Lo primero es entender la diferencia entre ambos, para lo que vamos a definir cada uno:

  • LÍMITE: Es el punto máximo que se puede alcanzar dentro de la legalidad, la seguridad o la capacidad. También es un punto de separación o delimitación de territorios o propiedades. Usualmente se usa para prevenir de actuaciones que produzcan consecuencias negativas a quien las realice. En definitiva, es un importante punto que salvaguarda a quien va dirigido.

Como ejemplos gráficos de la naturaleza de los límites podríamos encontrar los límites de velocidad máxima permitida en las vías públicas. Su función es la de prevenir situaciones en las que los conductores pierdan el control de su vehículo poniendo en peligro su propia seguridad y la de los demás usuarios de la vía. También encontramos límites impuestos por los padres a los hijos en cuanto a horarios, gastos, etc. En este caso son barreras que enseñan a los hijos a respetar y honrar la autoridad y someterse a ella, a demás de prevenirles de situaciones inseguras, por ejemplo al encontrarse fuera de casa a altas horas de la noche. Los límites marcados en un campo de juego son otro ejemplo de la funcionalidad de los mismos. Su objetivo es dar un orden, fluidez y sentido al juego, permitiendo que éste se disfrute al máximo.

  • LIMITACIÓN: La mejor definición la encontramos en el Diccionario de la R.A.E: «Acción y efecto de limitar o limitarse.»

Para entenderlo mejor veamos algunos ejemplos. El miedo (En dimensiones desmesuradas y sin fundamento) es la mayor de las limitaciones del ser humano. Nos detiene de avanzar, de crecer, de conquistar. Otra limitación es la baja autoestima. Es una barrera emocional que limita a la persona de verse y darse el valor que tiene, por lo que su vida entera se ve limitada, pues no podemos ir más allá del concepto que tenemos de nosotros mismos.

¿Consigues ver la diferencia? La naturaleza y objetivo de los límites tiene que ver con el amor, el respeto, el valor, el crecimiento, o el cuidado, mientras que las limitaciones nacen de la alteración negativa de la realidad, y la mayoría de las veces son imaginarios o infundados, pero sobre todo, su naturaleza es la de estancamiento, destrucción del propósito, y en definitiva, el fracaso personal.

Respetar los límites nos permite avanzar y nos conduce al éxito, mientras que estar limitado nos estanca y detiene, y al final nos sume en el fracaso.

La vida, las relaciones, los negocios, o el trabajo, todas ellas funcionarán correctamente siempre y cuando respetemos los límites que las definen y dan sentido. En lo referente a nuestra relación con Dios, somos bendecidos por los límites que establece para que respetemos y obedezcamos. Cuando sobrepasamos esos límites es cuando caemos en la trampa del pecado, el desorden, o la falta de propósito, todas ellas, consecuencias nefastas que nos estancan o ¡Nos limitan!

Sobrepasar los límites terminará llevándonos a vivir limitados.

¡Exacto! Ahí se encuentra el meollo del asunto. Si vivimos bajo gobierno y obediencia, es decir, respetando los límites, no dejaremos de avanzar, crecer y conquistar. Pero cuando superamos los límites entramos en la zona del estancamiento, de la limitación. Dejamos de avanzar, dejamos de crecer…tendremos que volver atrás y comenzar de nuevo muy seguramente. Por ejemplo, si un esposo sobrepasa el límite físico son su esposa y la agrede, no sólo ha irrespetado la ley y los derechos de su esposa, sino que además habrá quebrantado su confianza y la relación se verá limitada por la desconfianza, el miedo, o el odio. Incluso su libertad puede verse limitada si va a prisión.

Por tanto, es importantísimo que valoremos y respetemos los límites que nos son establecidos, pues sólo así podremos disfrutar con libertad y plenitud del «juego» de la vida, pero es igual de importante trabajar para romper con las limitaciones, tanto auto-impuestas, como las que sean consecuencia de haber quebrantado algún límite en el pasado.

Las emociones tóxicas son limitaciones. Las relaciones poco edificantes son limitaciones. El pecado es una limitación. Los pensamientos de derrota y escasez son limitaciones. Y estos son sólo unos pocos ejemplos. Así que te invito a reflexionar por un momento para distinguir cuáles son las limitaciones que están operando en tu vida, y cuáles son las áreas que están afectando. Puede ser que fluyas en el área del matrimonio, pero no avances como padre o madre. Quizás tu área económica funciona correctamente, pero estás limitado en tu caminar con Dios, en un propósito eterno. Puedes estar avanzando en tu negocio, pero tu ministerio estar limitado por la falta de fe o de consagración. Cualquiera que sea el área donde detectes una limitación, medita sobre cuál puede ser el motivo, y si tienes que «volver a la casilla de salida» hazlo, pero esta vez respetando los límites que te llevarán directo al éxito.

Espero que después de haber leído esta reflexión aprendas a valorar los límites que te ayudarán a avanzar y crecer, y adquieras la fortaleza para romper con toda limitación que te mantiene estancado y en derrota.

Límites vs. limitaciones
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León 1 de agosto de 2020
Compartir esta publicación
Archivar