Vamos a aprender una clave indispensable para vivir exitosamente: Diferenciar lo que quieres de lo que necesitas.
¿Por qué? Porque no siempre lo que queremos es lo que necesitamos. Es más, si obtenemos lo que queremos pero carecemos de lo que realmente necesitamos, vamos a vivir en continua frustración y vacío, porque el mundo y sus corrientes nos ofrecen todo lo que podemos desear, pero nunca pueden suplir nuestras necesidades reales.
¿Quiénes somos? ¿Cómo estamos diseñados?
Somos un espíritu que tiene un alma y habita en un cuerpo. Así que en esencia somos seres espirituales que se complementan con un alma y un cuerpo, y nuestras necesidades principales tienen que ver con nuestro espíritu. Sin embargo, la mayoría de las personas buscamos continuamente la llenura de nuestras dos áreas “secundarias”
Nuestra voluntad está liderada por nuestra alma, e influenciada por emociones y deseos engañosos, bombardeados por lo que entra a través de las ventanas del alma (Los 5 sentidos naturales).
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 1ª Juan 2:16
Si preguntamos a la gente, sus deseos suelen ser por ejemplo vacaciones paradisíacas, dinero para tener lujos, etc. Y no es malo querer eso, pero el problema es que esperamos suplir nuestras necesidades espirituales a través de eso, pero quienes lo consiguen, si no son plenos espiritualmente terminan dándose cuenta de que todo esto no es suficiente.
Por eso es muy común escuchar peticiones en las oraciones de los creyentes fuera de lugar y, por supuesto, de la voluntad de Dios. Así que es bueno preguntarnos más a menudo qué es lo que necesitamos, y menos qué es lo que nos piden nuestros deseos, emociones, sentidos, o sentimientos.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. Salmos 51:10-12
El rey David escribió este salmo después de haber cometido su peor error en la vida, por ir detrás de sus deseos y perder el control de la situación, y muchas veces, al igual que a David al pronunciar estas palabras, necesitamos chocarnos de frente con las consecuencias de ir tras nuestros deseos, para darnos cuenta de aquello de lo que tenemos necesidad.
El mundo nos ofrece felicidad, pero Dios nos ofrece plenitud.
Veamos cuáles son nuestras mayores NECESIDADES:
•Un corazón limpio: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. No comas pan con el avaro, Ni codicies sus manjares; Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo. Proverbios 23:4-7
-La condición de nuestro corazón determina la condición de nuestra vida.
-Del corazón sale todo lo que nos contamina (Vea Mateo 15:18)
•Un espíritu recto: Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23
-Nuestra relación con Dios es a través de nuestro espíritu.
-Debemos alinearlo con Dios para poder relacionarnos íntimamente.
•Permanecer cerca del Espíritu de Dios: No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 1ª Corintios 1:9
-Una vida con propósito es una vida cerca de Dios, porque de Él proviene nuestro propósito y llamado.
•El gozo de la salvación: Vuélveme el gozo de tu salvación
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23
-Nuestra mayor necesidad es la salvación, la reconciliación con Dios
•El sustento de parte de Dios: Y espíritu noble me sustente.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? Lucas 11:13
-Dios conoce nuestras necesidades y tiene todos los recursos para suplirlas. Pero debemos aprender a pedírselas y confiar en que nos las dará.
Ahora preguntémonos: ¿Cuántas veces hemos (me incluyo) pedido ser saciados de estas necesidades en nuestras oraciones? Seguramente muy pocas. Lo cierto es que todas estas cosas son NECESARIAS, no sólo para desarrollar una vida espiritual exitosa, sino para poder ser de bendición y edificación para nuestra comunidad, y en definitiva, vivir exitosamente.
¿Qué te quiero decir con todo esto? Que es mucho más importante sentirnos plenos que ser felices, pues la felicidad está asociada a conseguir cosas, mientras que la plenitud es el estado de no tener necesidad de nada, y a partir de ahí ser felices con mucho o con poco.
Así que ya lo sabes, no busques tanto “ser feliz”, sólo busca ser plenamente satisfecho de tus necesidades espirituales, y entonces hallarás la felicidad dentro de ti.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7:38