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Restaurando el corazón Pt4

1 de octubre de 2021 por
Restaurando el corazón Pt4
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León

En medio de esta crisis sanitaria y económica, quiero animarte a leer un mensaje en el que te enseño a activar el poder de la perseverancia en medio de la aflicción. Espero que te guste, pero sobre todo, que te ayude a permanecer firme en medio de esta crisis

La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. (Lucas 8:14-15)

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. (Mateo 24:13)

En Lucas 8, vemos dos grupos de creyentes.

  1. Los que no dan fruto: Son los que terminan yéndose de la protección de Dios porque no son capaces de perseverar.
  2. Los que sí dan fruto: Éstos trabajan con perseverancia, y permiten que Dios obre en su carácter, por tanto, son capaces de permanecer dentro de la protección divina.

Lo interesante es que ambos grupos enfrentarán afanes, riquezas (o falta de ellas), pero los que dan fruto son los que se sobreponen a todo esto, y a demás, son capaces de soportar las tentaciones del enemigo que los quiere sacar del gobierno divino, por medio del pecado.

El término «Yasha» que significa «Salvación» es la raíz del nombre «Yeshua«, en Español «Jesús«, y representa la protección divina del peligro, pero sobre todo, la liberación del poder del pecado.

La clave está en nuestro corazón.

Aunque la naturaleza del corazón humano está afectada por el pecado, cuando perseveramos en tener comunión con Dios por medio de su palabra, nuestro corazón es lleno de su amor (Vea Romanos 5:5), y entonces se convierte en un corazón “bueno y recto”, capaz de retener la palabra, y dar fruto según la misma.

Es tiempo de dejar el victimismo y de evadir nuestra responsabilidad. Jesús no nos engañó con su mensaje de salvación. Nunca dijo que no seríamos tentados a pecar, pero sí dijo que su salvación es el poder para vencer al pecado. Nunca dijo que no vendría el problema, pero sí dijo que nos rescataría en medio del problema cuando viniera. Nunca dijo que no sufriríamos en este mundo, pero sí nos alienta al recordarnos que Él ya venció este mundo.

¿Cómo perseverar?

Para perseverar debemos tener un fundamento firme, y desde ahí edificar. Veamos lo que Jesús dice sobre esto:

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. (Mateo 7:24-27)

  1. Cuál debe ser nuestro fundamento: Jesús.
  2. Edificar con prudencia es escuchar las palabras de Jesús, y ponerlas por obra.
  3. Edificar con insensatez es escuchar las palabras de Jesús, pero no ponerlas por obra.
  4. Tanto el hombre sabio como el insensato pasarán por las mismas pruebas. Es decir, actuar correctamente, ser honrados, o seguir a Jesús, no evitará que vengan las pruebas.
  5. La perseverancia sí garantiza que permaneceremos firmes después de las pruebas.

En estos tiempos finales, estamos siendo azotados por vientos, tormentas y tempestades como nunca antes, y todo esto afecta a los inconversos, creyentes sabios y creyentes insensatos, a todos por igual. La pregunta es ¿Cómo saldrás de esta situación? ¿Cuándo pase todo esto, estarás en pie o en ruinas? TODO DEPENDE DE SI PERSEVERAS EN MEDIO DE LA TORMENTA O TE RINDES.

Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. (Lucas 22:31-32)

Estamos sufriendo un sacudimiento, pero no debe pillarnos por sorpresa. ¿Cómo debemos actuar en medio del sacudimiento? Ahora más que nunca debemos activar nuestra fe para aferrarnos a la promesa de Jesús: “Confiad, yo he vencido al mundo”. Es tiempo de ser testimonio a los creyentes que no han perseverado, y a todo el mundo, de que, de la mano de Dios, podemos pasar por tormentas, tempestades y vientos, pero seguiremos de pie, aferrándonos de la victoria eterna de Jesús.

Hasta aquí la segunda y última parte de este mensaje. Si te ha gustado este post, dale «Me gusta» y compártelo. Eso será de mucha ayuda para mí. Gracias.

Restaurando el corazón Pt4
CRECER EN CONOCIMIENTO, Juan Camilo Vélez León 1 de octubre de 2021
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